aguantar los tacones sin morir en el intento

Si estás convencida de que los tacones son lo tuyo porque estilizan tu figura y tus piernas dándote un toque muy femenino y sexy, pero te vuelven loca… ¿cómo aguantarlos?


 A continuación encontrarás una serie de tips para que montar en tus tacones no se convierta en una situación insufrible.

•  Amóldalos a tus pies. Si buscas sufrir menos no salgas con unos tacones altos y menos si son nuevos, si no estás acostumbrada. Para que no los odies desde el primer día es mejor calzarlos 1 hora en el hogar caminando con pasos cortos. Así en poco tiempo te acostumbrarás a ellos.

 Consigue una altura razonable. Cuando no eres experta en el uso de zapatos altos es importante comenzar con alturas intermedias (5 o 6 cm máximo) usándolos todo el tiempo, así tus pies conseguirán acostumbrarse a los tacones para continuar con los que más te gustan: los tacones XXL

•  Hidratación. Aplicar una crema hidratante dentro de los zapatos de tacón es una buena técnica que ayuda a hidratarlos, así serán más fáciles de dominar. 

Plantillas de silicona y venditas acolchadas. Es un secreto que puede darte mayor comodidad en cada paso, amortiguando las plantas de tus pies o los lugares que te rozan o aquellos que te resulten más incómodos. 

Pedicura. Este tratamiento no solo resulta relajante sino que te ayudará mucho a la hora de montarte en tus tacones, ya que el secreto de una piel suave en tus pies también es efectivo para evitar el dolor. 

A la medida. Nunca utilices unos zapatos, menos si son de tacón, de una talla mayor o menor que la tuya. Cuando los observes fíjate que queden perfectos para que no te maltraten.

Cuadrados de tacón ancho. Si no estás habituada a los zapatos altos es recomendable iniciar con el uso de este estilo, ya que son más cómodos, fáciles de usar y adaptables. 

Plataformas. Son una magnífica opción para conseguir la altura que deseas, ya que no solo llevas los centímetros de más en el talón, sino en la punta haciendo más cómodo cada paso. 

Carga zapatillas. Si tienes la oportunidad de llevar en tu bolso un par de pequeñas y cómodas zapatillas, hazlo, son un secreto excelente para no forzar los pies antes de lo necesario. 

Costumbre. Como dice el dicho la práctica hace al maestro y entre más practiques menos martirio llevarás en los pies y en tu cabeza.