Para muchos de nosotros coger el metro cada día es una rutina y una
necesidad. Las prisas, los retrasos, la hora punta… Sin embargo, en
algunos lugares del mundo coger el metro puede ser toda una experiencia
cultural.
Ése es el caso de Atenas, la capital griega. Cada mañana miles de ciudadanos –y los afortunados turistas– se topan con piezas históricas expuestas en los pasillos para acceder a los trenes. Lejos de tratarse de una acción impulsada por el Ministerio de Cultura griego, se trata de una necesidad con la que tienen que lidiar en la capital helena. Levantando un solo adoquín de la calle pueden sacar a la luz unas ruinas clásicas, así que imaginemos lo que puede suponer construir toda una red de transporte subterráneo. ¿La mejor solución? ¡Un museo bajo tierra!
Fuente
Ése es el caso de Atenas, la capital griega. Cada mañana miles de ciudadanos –y los afortunados turistas– se topan con piezas históricas expuestas en los pasillos para acceder a los trenes. Lejos de tratarse de una acción impulsada por el Ministerio de Cultura griego, se trata de una necesidad con la que tienen que lidiar en la capital helena. Levantando un solo adoquín de la calle pueden sacar a la luz unas ruinas clásicas, así que imaginemos lo que puede suponer construir toda una red de transporte subterráneo. ¿La mejor solución? ¡Un museo bajo tierra!
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